lunes, 10 de noviembre de 2008

Los 4 Acuerdos



Nacido en Guadalajara, México, Don Miguel Ruiz es el heredero de la tradicional sabiduría Tolteca, palabra que significa “hombres y mujeres de conocimiento”. El objetivo de Ruiz siempre ha sido ayudar a otras personas a encontrar su propio camino.
En Los 4 Acuerdos, Ruiz propone unos pasos a seguir para encontrar un equilibrio personal, social, espiritual, y en muchos sentidos. Exquisito manual de vida, en mi opinión para leérlo por lo menos una vez al año, totalmente imperdible. De lectura fácil y rápida. Léanlo, POR FAVOR y como un favor a ustedes.
Para descargar el libro haz click derecho aquí (Guardar enlace como...). Puedes leerlo desde el pc o más cómodo, imprimirlo.

9 comentarios:

Camila Tan dijo...

" Los Cuatro Acuerdos " Me parece loable la postura del autor, al hacer un llamado para recuperar la libertad , que nunca se nos dió.
El desistir a nuestro antiguos acuerdos y emprender una vida nueva para asi alcanzar nuestro cielo personal.
LLego a mis manos y me agrado... la sutiliza de su narración y su analogía simple y trivial para comprenderlo.
Son de esos libros que te dejan un cierto grado de inspiración !

Unknown dijo...

este libro , es un material muy valioso , el autor a creado la llave para la paz y el amor que es lo que nesesitamos cada uno, esto es un GRan aporte
brindo por eso

Anónimo dijo...

Muy buen manual de vida. Muy recomendado. Quizas dice mucho que crees saber pero que aún no has logrado aplicar. Quizas explica cosas de las que no te habias dado cuenta. Lo que es seguro, es que te servirá. Leanlo y practiquenlo!

Anónimo dijo...

Por tus actos te absolverán y por tus palabras te condenarán

colorblind dijo...

Muchas gracias anónimo, tu comentario dió justo en el clavo. De nada sirve que hablemos del libro, que lo mostremos y que lo leamos mil veces si no es para practicar lo que se dice. A eso va precisamente el llamado del post, a experimentar el libro. Sinceramente quiero mostrar el libro para dar la oportunidad a más gente de poder experimentar este mensaje cuático. Muchas gracias de nuevo por el comentario.

augusta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
augusta dijo...

Cristián,
Voy en el segundo acuerdo y llevo tiempo ya aguantándome escribir. Lo primero y lo último es darte las gracias por el libro. No nos conocemos mucho pero tu voluntad de compartirlo, conmigo y con todos, habla muy bien de ti. No todos practican “compartir lo bueno que haya en el mundo”. Sólo los realmente generosos y desinteresados.
Sin creer que la vida es sueño y sin romper con lo que me han enseñado, el libro sigue siendo excelente. Si bien no me miento y sé que estoy “formateada”, llena de información ajena y anterior a mí, pauteada por uno y mil cánones creo que puedo prescindir de todo y reconocer algo bueno cuando lo leo. Más que bueno, creo reconocer algo cierto cuando lo leo.
Siempre me han gustado las palabras y tratado de hacer un buen uso de ellas. Creo lo que dijo ya JL. Austin. “Una palabra es una promesa. No describe el mundo si no que lo crea”. También creo que una palabra o deseo torcido, ser poco pulcros en el uso o simplemente mentirosos se vuelve contra nosotros mismos. Discutiendo con una amiga hace días por el tema de pelar resumí mi idea en una línea; te hace más mal a ti que a la persona de la que hablas. Somos el compendio de palabras y pensamientos que nos cruzan durante el día; elegir lo que hablamos y pensamos entonces es elegir lo que somos.
Todo lo de arriba es redundar en lo que ya dice muy bien el señor Ruiz. Pero, eché de menos una idea clave a este mismo respecto. Esto es, que no todo es verbalizable. Hay lugares donde las palabras no llegan, espacios que no poblan. Resulta (a veces) el lenguaje un instrumento pobre para plasmar lo que pasa por nuestras cabezas y nuestros corazones. Hay cosas que se salen de todo orden y que se resisten a ser enchaquetadas en un puño de letras azarosas. Y son precisamente aquellas cosas las más importantes; a las que nos debemos más. Incluso con esto que no entendemos y que no tiene nombre (lo “inverbalizable”) debemos ser infinitamente fieles. No mentirnos, no traicionarnos nunca, incluso cuando aquello que nos pasa no sea formulable en palabras.

ah? dijo...

bkn el libro pero no crean q se van a iluminar por leerlo jajajja
dema q sirva a meterle mas conceptos a la enciclopedia "cabeza"
jajaja no se pongan tristes

maría jesús dijo...

holaa, encontre cuatico el libro y nesecito saber si lo puedo encontrar en cualquier libreria o lo venden en alguna parte más especifica.